En el complejo laberinto de decisiones financieras, donde el sueño y las oportunidades de tener la casa propia siguen siendo muy difíciles de conseguir, diversos bancos ingresaron al complejo universo del mercado inmobiliario, ofreciendo oportunidades para acceder a una vivienda mediante crédito hipotecario. Por lo que, muchas personas se enfrentan a una decisión crucial: ¿Conviene comprar una vivienda con crédito o seguir alquilando?
Las tasas de los créditos hipotecarios oscilan entre el 3% y el 14%. Los montos a prestar llegan hasta los $250 millones, aunque en algunos casos no hay tope. En general, estos créditos financian entre el 75% y el 80% del valor de la propiedad, los plazos de financiación varían entre 5 y 30 años, y las cuotas, se ajustan por inflación. Además, la cuota comprometida por el tomador debe representar entre el 20% y el 30% de los ingresos mensuales.

La situación del mercado de alquileres.
Aumento de la oferta: las publicaciones de propiedades en alquiler aumentaron más de un 190% en todo el 2024.
Desaceleración del incremento de los precios: los aumentos de los valores de publicación en los principales portales inmobiliarios se desaceleran mes a mes. De hecho, los precios de publicación de los departamentos en alquiler que se publicaron en enero registraron el menor incremento interanual desde julio de 2020: es decir, en los últimos 12 meses el acumulado llegó al 39.7%. De acuerdo al reciente relevamiento, el precio medio publicado aumentó 2.8% en enero con respecto al mes anterior y se ubica por debajo del Índice de Precios al Consumidor de la ciudad: que registró en diciembre 2024 una variación mensual del 3,3% con relación al mes anterior (el último dato relevado).
Nuevas condiciones contractuales: ahora hay libertad entre las partes que suelen cerrar contratos por dos años, en pesos, y con ajustes trimestrales o cuatrimestrales basados en el Índice de Precios al Consumidor (IPC).
Ahora, en medio de este panorama, surge la eterna pregunta: ¿me conviene pagar una cuota de un crédito o seguir pagando un alquiler?
La elección entre comprar y alquilar no solo depende del valor inicial de las cuotas, sino también de otros factores como: la estabilidad laboral, el monto inicial necesario (del 20% al 35%, dependiendo el banco) y la proyección a largo plazo (de 15 a 30 años) de lo que se quiera adquirir como vivienda. ¿Qué pesa más a la hora de tomar la decisión y qué se resigna?

La respuesta a esta pregunta depende de varios factores:
Capacidad de pago y estabilidad laboral: si se cuenta con un ingreso estable que permita afrontar las cuotas crecientes de un crédito, puede ser una buena opción para asegurarse una vivienda propia a largo plazo. Sin embargo, en situaciones de inestabilidad laboral, el alquiler ofrece mayor flexibilidad, principalmente porque los contratos son a corto plazo.
Tolerancia al riesgo: los créditos implican un riesgo inflacionario que no todos están dispuestos a asumir. Aquellos que prefieren certezas pueden inclinarse por el alquiler, a pesar de sus incrementos.
Objetivos a largo plazo: comprar una vivienda implica un compromiso a largo plazo. Alquilar, en cambio, puede ser más conveniente para quienes buscan no vivir por mucho tiempo en un mismo lugar o no quieren asumir deudas a largo plazo.

La decisión final dependerá de las circunstancias particulares de cada persona o familia, su situación financiera y sus objetivos a largo plazo. Evaluar cuidadosamente ambas opciones y, de ser posible, asesorarse con un experto financiero, es fundamental para tomar la mejor decisión en este escenario incierto.

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